Excelente artículo publicado en el periódico El País el 18 de marzo de 2020.
La crisis que ha generado el coronavirus solo ha hecho aun mas evidente la absoluta necesidad que tiene todo el sector de transformarse digitalmente y prepararse para seguir funcionando en el futuro.
Los editores nunca van a dejar de ser necesarios pues son la fuente fundamental para que los contenidos de valor sean conocidos y puedan llegar a las personas para las que han sido creados. Por este motivo, son los editores los motores del cambio y los primeros que deben transformar sus proyectos para que los autores puedan seguir creando y sus contenidos puedan ser accesibles a los lectores.
El artículo define muy bien la situación actual del sector: » Librerías cerradas que no saben cuanto podrán aguantar, distribuidoras sin pedidos, miles de autónomos sin trabajo y editoriales obligadas a suspender lanzamientos y presentaciones y aplazar cualquier novedad como mínimo hasta mayo son los ingredientes de un panorama oscuro. «
Pero, aun considerando la situación actual como algo transitorio, los motivos que sustentan la situación del sector no son nuevos. Cada año se están cerrando muchísimas librerías, no solo en España sino en todo el mundo. El modelo de distribución tradicional se está mostrando ineficaz para atender la capacidad y demanda de los canales tradicionales de venta del libro y al mismo tiempo no es capaz de absorber el volumen tan grande de novedades que se publican anualmente. Los editores están viendo como año a año están bajando el número de ejemplares que son capaces de comercializar de cada título y sus métodos tradicionales de promoción y difusión de sus contenidos ya no funcionan.
¿Donde está el futuro? ¿Cómo tiene que enfocar el sector y especialmente su motor que son los editores la situación actual, mas allá de la crisis del coronavirus? Creo que el artículo marca, aunque sea de pasada, un camino por el que algunos ya están andando pero por el que sin duda y con todas las fuerzas hay que apostar: » El comercio electrónico parece el gran beneficiado de esta crisis de contornos difusos. Fernando Jiménez director de libros de FNAC España, advierte de que aún no disponen de mucha información, puesto que no ha transcurrido ni una semana desde la declaración del estado de alarma. «Por el momento no estamos notando mayor demanda de las novedades, quizás porque afortunadamente el mercado del libro no se basa tanto en megalanzamientos como en un amplísimo surtido de fondo. El cierre de las librerías físicas ha resultado en un “crecimiento importante en la venta de libros por Internet”, comenta, pero no hay un género que esté funcionando mejor que el resto. «
Este es el camino y sin duda este es el reto para los editores. Tener el control de la gestión comercial de sus contenidos, conocer directamente a sus lectores y diseñar estrategias para que su contenido pueda llegar con seguridad a todas las personas que puedan demandarlos. El camino es largo, pero es el único camino real para que el editor pueda tener un futuro cierto de sus proyectos.
Luis Abril Mula, editor y tecnólogo en la industria editorial.