En Quares queremos ayudarte a crecer, a formar parte de cada logro, conseguir juntos que tu empresa se consolide en el mercado. Por eso vamos a comenzar a compartir con vosotros lo que actualmente tiene más valor:
Información. Quien tiene información tiene poder. Como ya sabéis actualmente nos encontramos en la era del Big Data. La información hoy en día es un factor importante para alcanzar objetivos. Por eso hemos decidido que cada 15 días publicaremos una entrevista con un editor. Esta servirá para hablar sobre cambios, obstáculos, casos de éxito, soluciones… Así que inaguramos oficialmente esta mini sección.
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HABLAMOS CON LOS CLIENTES DE QUARES
Cristina Medrano, directora de Cuatro Hojas nos ofrece su visión sobre el mundo editorial
Por Lola Trujillo Narbona
Medrano ha estado siempre cerca del mundo editorial. Primero como correctora y luego como autora. Profundizó este contacto cuando en 2011 publicó su propio libro. Gracias a la buena relación con su editor y por su título de
correctora de contenidos decidieron empezar a colaborar en algunos proyectos. Más tarde nacería Cuatro Hojas. Y hoy tenemos el placer de entrevistar a la directora de la editorial inaugurando así nuestra nueva sección.
¿Cuál crees que es el obstáculo principal con el que se puede topar un editor?
Vender los libros. Bien empezamos, ¿no? Si un editor tiene problemas para vender… Pero es que creo que es el principal problema de todo el sector. Por eso la editorial tradicional cada vez acepta menos propuestas (porque no son rentables). En el caso de Cuatro Hojas, pese a ser autoedición (empresa de servicios editoriales) no nos ceñimos solo a la edición del libro.
Los libros son productos, y hay que venderlos
Nos preocupamos también por su venta y no dejamos al autor a su suerte una vez publicada su obra: buscamos entrevistas, reseñas, organizamos presentaciones, enviamos notas de prensa, regalamos un curso de marketing… Todo ello siempre que el autor quiera, por supuesto.
El proceso creativo de un libro es muy bonito y motivador, pero al final los libros son productos, y hay que venderlos, así que, aunque no guste, hay que echar mano de las estrategias de venta.
¿Qué perspectiva tienes actualmente sobre el mundo editorial? ¿Cómo crees que evolucionará?
La democratización que hemos vivido del acceso a la publicación está muy bien. Hasta hace unos años, la posibilidad de publicar un libro era algo reservado a unos pocos privilegiados, para un público muy reducido. Pero también he percibido aspectos negativos como la calidad. La calidad media ha caído en picado: libros que se publican sin una revisión ortotipográfica (personalmente y como correctora, considero que es lo mínimo), sin una maquetación profesional, etc. A veces tengo la sensación de que estamos en una burbuja que va a estallar de un momento a otro. Los lectores no se fían de la autoedición, incluso nos encontramos con que muchas librerías tampoco. Y es por eso que necesitamos realizar un trabajo de concienciación con los autores.
Un libro es mucho más que imprimir lo que han escrito y encuadernarlo en fresado. Por supuesto también necesitamos que los lectores confíen en nosotros. Ese punto lo trabajo mucho y, de hecho, sobre todo con los libros infantiles, ya tengo una pequeña cantera de lectores que me preguntan qué novedades tengo porque saben que les aseguro cierta calidad.
¿Cómo ha incidido la tecnología en tu modelo de negocio?
La tecnología es todo, trabajo online. Aunque esto no quita que cuando tengo la oportunidad de conocer en persona a un autor, lo haga. Sin la tecnología, mi trabajo sería imposible.
¿Cuáles han sido los cambios más significativos desde que usas la plataforma de Quares?
La disponibilidad de venta, sin duda. Quares ofrece muchas cosas buenas, pero a mí lo que me tiene conquistada es la posibilidad de que los libros figuren en un montón de catálogos, que todo el proceso de venta sea automatizado y que pueda controlar en todo momento lo que se ha vendido.
¿Qué ha supuesto para ti incorporar una plataforma de gestión de contenidos como Quares a tu negocio?
Creo que lo más importante es el ahorro de tiempo y energía que me supone. Además, gracias esto puedo dedicarme más de lleno a mis autores y a mis libros, despreocupándome de esa parte tediosa del control de ventas. Pero lo que más valoro de Quares es su disposición a ayudar. Cuando consulto algo por email se me responde enseguida, me llamáis por teléfono periódicamente para informarme de novedades, incluso cuando nos conocimos en persona ya hace algo más de dos años en Liber 2017 hubo una buena conexión. Cuando me llamó Lola para informarme de que dos de mis títulos estaban entre los más vendidos de España en impresión a demanda con Quares (Lléname de besos el bolsillo y Diálogos Masculinos) tuve la sensación de que erais parte del equipo de Cuatro Hojas.