Gonzalo Sichar director de Última Línea nos habla del mundo editorial

HABLAMOS CON LOS CLIENTES DE QUARES

Sichar, director de la editorial Última Línea nos ofrece una perspectiva global sobre el libro y su edición

Gonzalo Sichar, director de última Línea junto con Planeta Titanic y Adivina Málaga, ambos producidos por POD con Quares

Por Lola Trujillo Narbona

La editorial de Gonzalo Sichar, Última Línea, nació «por aquello de convertir la necesidad en virtud». Su director, Gonzalo, un economista que acabó doctorándose en Antropología Social. A Sichar el mundo de las letras lo devoró de lleno en la adolescencia, en COU con San Manuel Bueno Mártir, de Miguel de Unamuno.

Con esta obra aprendió a observar «el comportamiento de la gente con la religión» , diferenciando entre los que «realmente creen y de los que siguen la fe del carbonero sin plantearse nada». Más tarde decidió publicar su primer libro y así comenzaría su andadura en el mundo editorial.

¿Desde cuándo estás sumergido en el mundo editorial?

Al regresar a España desde Guatemala, a finales del año 2000 el primer trabajo que encontré fue en marzo de 2001 en una fundación donde, entre otros asuntos, llevaba su editorial. Ahí me despertó la inquietud por este sector (pero en realidad la tenía latente desde que me publicaron mi primer libro en 1998 en una pequeña editorial). Entre 2004 y 2015 dirigí Sepha (Sociología, Economía, Política, Historia y Antropología). Los primeros libros incluso los maqueté en Word porque por entonces desconocía programas de maquetación. Diez años después de fundar Sepha quise reorientar la forma de trabajar y fundé Última Línea. De 2014 a 2015 fue un año de transición entre ambas empresas. Y en ese año no esperaba acabar siendo concejal y diputado provincial, lo que me obligó a tener la editorial en stand by, con muy pocas publicaciones. Desde que dimití en marzo de 2019, por razones fundamentalmente éticas, he impulsado la editorial con 16 novedades este año. Para llevarla yo solo no está nada mal. En 2020 publicaré cerca de 30 en los niveles por los que andaba en los últimos años de Sepha.

¿Qué fue lo que te impulsó a formar parte del mundo del libro?

El primer libro que me publicaron fue en H+H, una editorial muy pequeña con unos editores muy transparentes. Me contaron mucho del sector. Sigo siendo muy amigo de ellos, aunque ellos ahora van por otros derroteros profesionales. Cuando comencé en 2001 como coordinador de Formación e Investigación de una fundación, aumenté un 50% las ventas en el primer año y al siguiente incrementé otro 40%, ¡casi doblé las ventas en dos años! Y en gran parte me limité a aplicar lo que me enseñaron mis amigos de H+H. Pero aquella fundación tenía un marco de publicación más reducido y yo quería ampliarlo a más temas. Por eso dejé el buen puesto que tenía y me lancé a crear Sepha.

¿Alguna anécdota que recuerdes desde que te embarcaste en la edición de libros?

Una autora me dijo que tenía un manuscrito sobre María Magdalena, que lo escribió mediante escritura automática y que estaba en proceso de selección de una importante editorial. No entendí de primeras a qué se refería, pero resulta que se trataba de que la propia María Magdalena se lo dictaba en sueños. Ahí vi que estaba como una cabra, pero quise indagar más y le pregunté por algunos pasajes del Nuevo Testamento. Por supuesto decía que fue pareja de Jesucristo (lo cual ni lo creo ni lo dejo de creer) pero cayó en el error producto de Hollywood de pensar que era una prostituta, cuando está comprobadísimo que era alguien de clase alta y que esa interpretación se debe a que aparece en un pasaje muy cercano a otro que habla sobre una prostituta. Y donde no había duda de que no tenía ni idea de la historia del cristianismo era que la confundía con María la hermana de Lázaro, el amigo de Jesús al que este resucita. Le dije que un libro tan bueno debería de publicarse en una editorial más fuerte y conocida que la mía y que se dirigiera a la otra. Ya no volví a saber de ella.

¿Qué crees que es lo más apasionante del mundo de la escritura? ¿Y desde la perspectiva de editor?

Para el escritor de narrativa el que sus personajes cobren vida y no sepa realmente cómo va a terminar el libro. Para los ensayistas como yo, transmitir tus ideas a tus lectores. Además, te sirve para ordenar tus propias ideas. Como editor he conocido a gente de lo más variada. Locuelos como la ‘biógrafa’ de Magdalena, encarcelados por el régimen de Fidel Castro, exguerrilleros, militantes de los más variados partidos políticos, bastante famoseo en las presentaciones, se te abren las puertas de los medios… Y pronto publicaremos a famosos, hasta ahora solo he accedido a ellos como prologuistas o como presentadores, pero este año tendremos algunos autores famosos.

¿Cómo surgió Última Línea?

Por aquello de convertir la necesidad en una virtud. Quería cambiar de distribuidores en Sepha y eso puede llegar a suponer estar medio año casi sin vender. Porque tú avisas con tres meses de antelación a los distribuidores actuales, que desde ese momento la mayoría pasan de ti; y el nuevo tardará unos tres meses más en posicionarte. Así que para evitar lo que habría sido una ruina, abrí una nueva editorial y aproveché el cambio para modernizar el nombre, la web, publicar a gente menos extravagante, cuidar aún más la calidad…

¿Recuerdas el primer libro que editaste? ¿Qué supuso para ti? ¿Tuviste muchas dificultades?

Cien lunas de maíz, sobre la guerra civil de El Salvador. Antes de publicarlo ya tenía distribuidora, pues sabía que si lo sacas y no puedes colocarlo inmediatamente ese libro no se vendería. El libro es una maravilla, pero no acerté. El Salvador no interesa a España. A veces los buenos libros se venden poco y otros libros muy mediáticos de menos calidad te salvan el año.

¿Crees que esas dificultades las sigues teniendo en la actualidad? ¿Qué ha cambiado?

Acertar con que un libro se venda bien sigue siendo casi una lotería. Pero la tecnología ha cambiado mucho. Ahora de algunos libros saco inicialmente unos 100 ejemplares. Si me estrello puedo perder 300 euros y un mes de trabajo. Antes un tortazo de este tipo te suponía una pérdida de casi 3.000 euros. Y desde luego aquí Quares juega un papel fundamental.

Miremos con perspectiva y comparemos todos los que ha habido: producción, distribución, edición.

Ahora estamos precisamente en periodo de cambio de distribuidor. Salvo en Galicia donde nos funciona muy bien Modesto Alonso, y en Canarias que acabamos de empezar con Totaldis, en el resto de España estamos pasando el fondo a Azeta, operación que culminaremos

en febrero. Esto nos permitirá ahorrar en costes de transporte y que en lugar de empezar con un mínimo de 200 ejemplares (como hacemos con la mayoría de los títulos) podremos producir alrededor de 100 y solo reimprimir según nos demande el distribuidor. Por supuesto que en algunos casos tendremos que empezar con tiradas mucho mayores, pues estar solo una semana sin stock puede provocar una pérdida de ventas muy considerable.

¿Consideras que la edición actual está peor valorada que la del pasado? ¿Crees que la edición es también un comercio? Es decir, hay muchos que consideran que el autor es el producto que venden y no el libro, pidiendo así al autor que se mueva, que se promocione. ¿Qué opinas sobre esto?

Sinceramente, creo que la mayor parte de las empresas que se dedican a la autoedición ven el negocio en publicar, no en vender el libro. Y eso produce irremediablemente que se publique a cualquiera y lo que sea. Además, hay que añadir que el trabajo de corrección de textos en muchas de estas empresas es muy deficiente. El resultado es que nunca había habido tantos libros con tan baja calidad, y eso perjudica a los que la siguen teniendo. Para mí el libro es lo primero, qué dice, cómo lo dice. Y después quién lo dice. Solo admitimos manuscritos de febrero a abril para que en un solo momento del año poder ver qué nos llega y elegir los 20 mejores títulos. Después nos dejamos un margen de unos 10 libros más que tengan mucho tirón y al ser muy coyunturales hubiera que publicarlos ¡ya!, como pueda ser la revelación de algún caso de corrupción.

Volviendo al tema de la producción, ¿qué beneficios encuentras desde que usas la producción bajo demanda? Principales cambios que has notado y cómo ha afectado en tu empresa.

Incluso trabajando con Quares, no imprimo exactamente bajo demanda porque al sacar una novedad necesito posicionarla en muchos puntos de venta. Pero si antes tenía que sacar una tirada mínima de 500 o 1.000, ahora suele ser de 200. Eso me abarata mucho el riesgo. Y además ya no necesito almacén. Solo lo conservo por lo que publiqué antes de trabajar con Quares. En cuanto se me acabe ese stock cerraré el almacén, con el consiguiente ahorro económico y logístico.

Y en la distribución a demanda, ¿por qué apostaste por ella?

La tengo actualmente como un complemento. Pero mi grueso de venta está en la distribución tradicional. De Quares salen los libros a mis 7 distribuidores (a partir de febrero solo a 2 peninsulares y uno a Canarias, más los que saque en EE. UU. y México).

En general, ¿cuáles han sido los cambios principales en Última Línea desde que trabajáis bajo demanda? ¿Lo recomendarías?

En Liber quedé con un editor para contarle cómo se trabaja con Quares. No soy de los que se guardan mis conocimientos, sino que me gusta compartirlo con otros editores. Este sector debería ser más colaborativo, pues incluso aun pensando egoístamente, la lectura de un libro conduce a leer otro, a lo mejor ese otro es de mi editorial. El principal cambio que he conseguido con Quares ha sido reducir la tirada y por tanto el riesgo de publicar a un autor desconocido. Antes decía que era como jugar a la lotería, pero es peor: es como invertir en Bolsa tus ahorros sin saber conocimientos de bróker.

¿Crees que el modelo bajo demanda debería establecerse como el modelo ideal para editoriales?

Creo que es el futuro para casi todas las editoriales porque además ya la calidad de impresión es casi igual que el offset. El ojo humano es incapaz de distinguir hoy en día si se ha impreso en digital o en offset.

¿Qué te aporta la plataforma de Quares?

Además de todo lo comentado, abrir mi mercado a México y EE. UU., uno de nuestros objetivos para 2020 ahora que nos hemos convertido en la editorial del Hispanic American College con quienes publicaremos a figuras internacionales.

¿Cuáles son los principales beneficios que te aporta Quares?

Lo primero calidad de impresión, pues sin esto todo lo demás no me valdría. Pero además tiradas pequeñas, reimpresiones en poco más de una semana, eliminación de stock, buenos precios, incluso precios muy asequibles en libros con algunas páginas en color, imprimir en EE. UU. y México, trato muy personalizado…

¿Cómo te ha ayudado la plataforma digital de Quares?

Soy consciente de que aún le tengo que sacar algunas de sus ventajas que no he utilizado, como las personalizaciones de las cubiertas. Pero sin un partner como Quares me sería imposible abordar las 30 publicaciones del este año.

¿Crees que Última Línea se ha adaptado bien a los cambios?

Pienso que sí. Y por eso podemos aguantar el chaparrón que está cayendo en este sector. La clave ha estado en disminuir la tirada inicial. Si un editor no se atreve a arriesgar entre 300 y 600 euros por un libro, no merecería la pena publicar ese libro. Por eso no entiendo a los editores que autoeditan a costa de publicar todo lo que les llegue. Aunque está claro que nuestro objetivo no es vender solo 200 ejemplares, sino probar con tirada corta e ir reimprimiendo a medida que el distribuidor nos pida. Las tiradas menores además también es un alivio que agradecen los almacenes de los distribuidores. Nuestro objetivo para 2020 es penetrar muy bien en EE. UU. y duplicar las ventas en España, que de la mano de Azeta creo que lo vamos a conseguir.

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